dissabte, 30 de juny del 2012

Vuelve pronto, Carnicer

Carnicer Torrejón no jugará la próxima temporada a Primera División de fútbol sala. Así lo ha decidido el club que preside Pepe Carnicer en un ejercicio de honestidad y valentía, impropios en el deporte de competición actual. Los números no cuadran y la decisión más sensata ha sido renunciar a jugar en una categoría que se ha ganado a pulso. Es, a la vez, la decisión más dolorosa pero la más responsable. El proyecto continúa vivo y ojalá sólo sea un año a Segunda. El fútbol sala sin Carnicer no es el mismo. Mejor pagar poco y al día que hinchar presupuestos vacíos.

A Pepe Carnicer, a quién se le ha criticado siempre por querer ser el amo y señor de 'su' club, ha tomado una decisión que a otros muchos a quién se autodenominan gestores deportivos les tendría que caer la cara de vergüenza. Cada verano y durante 15 temporadas consecutivas ha hecho el mismo ejercicio. Con un presupuesto ajustado ha reivindicado el fútbol sala de proyección. Sí, se ha atrevido a dar la posibilidad a muchos jugadores sin experiencia y jóvenes a jugar a Primera.

Cada temporada ha regenerado al equipo. Con un límite salarial, Carnicer ha sido un ejemplo para todos. Nunca ha tirado la casa por la ventana. Siempre con la misma estrategia. Potenciar los jugadores jóvenes del entorno de la comunidad de Madrid y rentabilitzar el presupuesto. La propuesta de Carnicer ha tenido, además, éxitos muy poco valorados. Casi siempre ha pisado territorio de playoff por el título y Copa de España que no de permanencia.

Deportivamente ha sido una cuna de jugadores que sudando la camiseta de Carnicer les ha permitido ser un trampolín para dar el salto a otros clubes. Anteriormente fueron Prieto, Kita, Carlos Muñoz o Juanra, y actualmente destacan Rivillos o José Carlos. Jugadores que sin Carnicer quizás nunca hubieran tenido la oportunidad de darse a conocer.

El ADN de Carnicer se mantiene intacto. Jugarán en Segunda y seguro que el paso será efímero. Torrejón pierde la élite pero no la pasión por el fútbol sala. Con Pepe Carnicer al frente seguro que el proyecto se mantendrá vivo permanentemente. Es una figura que genera controversia porque no se casa con nadie. Habla alto y claro. De ideas fijas, es, por encima de todo, un apasionado del fútbol sala. Y éste es un valor añadido que no tienen la gran mayoría de los autodenominados gestores deportivos que sacan la cabeza cuando hay dinero y que desaparecen cuando han vaciado la caja. Gracias por todo, Pepe. Y vuelve pronto.

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