El ascenso de Sala5 Martorell tiene un valor incalculable. Casi imposible de repetir. El proyecto liderado por dos grandes de este deporte -Jordi Gay y Diego Blanco- se ha ejecutado en tan sólo dos temporadas. Dos ascensos consecutivos que dicen mucho de un grupo de jóvenes que han crecido a medida que iba avanzando la temporada. Un año donde Diego Blanco, con 38 años, ha sido el máximo goleador de Segunda División con 42 goles y ha empujado el equipo hasta Primera. La dupla Gay-Diego tenía una espina clavada en su carrera. Vieron como Martorell se quedaba sin fútbol sala de élite y marchan volviéndolo al lugar donde no tendría que haber marchado nunca.
Pero del ascenso de a Sala5 Martorell tiene otros nombres destacados. Uno, el de Marc Areny. El pívot de Martorell ha hecho una temporada para enmarcar. Ha marcado 32 goles y se ha confirmado como uno de los pilares del equipo. Ha asumido el rol de capitán como nadie. Comprometido, habilidoso y pícaro, Areny ha rebajado su tensión particular por una calidad exquisita. El último gol ante Burela es de los que hacen levantar el espectador de la silla. Si el proyecto tiene continuidad en Primera, será el líder. Si no, tiene garantía de futuro en cualquier equipo.
El otro nombre es Pol Gomar. El joven portero de Martorell -quién miraba con ojos de un niño a Leandro de Martini soñando un día encontrarse en su lugar- se ha reivindicado como una pieza clave del esquema de Sala5 Martorell. Es joven, sí, pero ha asumido con mucha madurez el tramo final de la temporada. Hasta el punto que sus manos han permitido al Sala5 subir hasta la cumbre. Un portero a tener en cuenta.
El ascenso a Primera ya es una realidad. Ahora toca otra tarea tanto o más laboriosa. Obtener recursos económicos para dar solidez al proyecto.
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