El 29 de junio es la fecha límite que la Liga Nacional de Fútbol Sala
(LNFS) ha marcado en rojo a los clubes de Primera y Segunda
División para que presenten el aval que les de la posibilidad de competir en la élite la
temporada 2012/13. Falta una semana y hay clubes que corren peligro de
no poder jugar la próxima temporada en la máxima categoría. Es el caso
de los dos equipos que han logrado el ascenso a Primera: Granada y
Martorell. Pero hay otros, de más voladizo, que tienen dificultades para
obtener un patrocinador que les garantice la estabilidad deseada durante toda la
temporada.
El entorno de crisis económica que vive el país no
queda al margen del fútbol sala. Si hace unos años, algunos clubes
perdieron la categoría endeudados hasta el cuello por culpa de una mala
gestión económica, actualmente, el problema es por la carencia de apoyos
externos. Los ayuntamientos y las Diputaciones se encuentran en el punto de mira
de los ciudadanos y no hay ningún político capaz de invertir dinero para promover
el deporte de élite cuando la propia administración no puede subvencionar el coste
del servicios de guardería, educación o sanidad.
La
crisis, además, ha provocado una sacudida en las empresas de gran
potencial económico y las partidas de patrocinio y publicidad son las
que se han visto más afectadas. Las empresas subsisten como pueden pero
no quieren arriesgar al invertir dinero en un club de fútbol sala cuando hacen lo imposible para pagar a sus trabajadores. Las directivas de los clubes de
fútbol sala no dejan de llamar a la puerta. A grandes y pequeñas empresas.
Pero, de momento, las expectativas de conseguir el objetivo se van agotando día a día.
El caso más sorprendente es Caja Segovia.
De hecho, ya no tiene esta denominación. Es el CD La Escuela. Uno de
los clubes históricos de Primera División se encuentra en una situación
de caja o faja. Si antes de una semana no encuentra ningún patrocinador
que le asegure un mínimo de 300.000 euros, la directiva del club de
Segovia firmará el acta de disolución del club. Raso y corto. Parece
imposible que un club con la historia que lleva detrás no encuentre
ninguna fórmula para asegurar su participación en Primera.
De
Granada ha sorprendido la decisión de la familia Murado, responsable de
la entidad. La retirada de Oxipharma, principal patrocinador, ha
dejado huérfano el proyecto de Granada en Primera. Tras una
temporada impecable a Segunda y con la ilusión del debut en la máxima
categoría, los hechos se han precipitado y la situación es angustiosa,
sobretodo, para los jugadores. A los que han luchado para
subir a Primera y a los que tenían que fortalecer el proyecto. Son
los casos de Cidao (Caja Segovia) y Saúl (ElPozo), quienes ya han
anunciado el adiós de sus respectivos clubes y ahora se encuentran en una situación
inquietante.
Queda una semana para presentar el aval en la Liga. Ojalá los clubes encuentren los recursos necesarios para competir. Pero si no es así, la decisión más responsable que puede hacer
cualquier directiva es renunciar desde el inicio. La LNFS no se puede
permitir el lujo de sufrir otro caso Benicarló a media temporada. Una
semana para la esperanza. Siete días para dictar sentencia.
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