dijous, 5 de juliol del 2012

Mercado con excedente

Mientras que los clubes hacen lo imposible para obtener los recursos económicos necesarios para afrontar con garantías la próxima temporada, las renuncias de Carnicer Torrejón, Talavera, Granada y Martorell han situado en el mercado a una multitud de jugadores y entrenadores que están buscando un nuevo destino. A la espera de confirmarse los equipos que completarán la Segunda División, los profesionales -con o sin agente- intensificaran la pressión hacia los clubes dispuestos a vestir otra camiseta con el fin de seguir jugando en la élite. Si no es así, el futuro pasa ir a jugar en otras ligas de otros países.

El mercado tiene un excedente de jugadores y entrenadores. Pero lo más importante que falta es dinero para invertir. Jugadores como José Carlos, Rober, Mendiola o Mario Rivillos (Carnicer); Kel, Justo Cáceres, Nando y Sepe (Talavera); Isco, Uge, Pipe o Sergio Ribero (Granada) y Julio López, Pol Gomar o Marc Areny (Martorell) son algunos ejemplos de profesionales que es impensable no verlos atados en la élite del fútbol sala.

Pero si hay una lista interminable de grandes jugadores, más o menos calidad, que también aguardan su oportunidad. A esta lista debe agregarse para aquellos jugadores que estan en clubes que quieren desatarse por la pérdida del principal patrocinador. Es el caso de Caja Segovia y Lobelle de Santiago, que pierden a jugadores de peso como Cidao, Borja Blanco, Aicardo, Rubi y Palmas, respectivamente.

Y si hay un excedente de jugadores, en España hay una serie de entrenadores que están en el mercado y buscando su hueco. En el caso de Bruno García (Granada), Raúl Aceña (Manzanares), Chema Jiménez (exInter), Andreu Linares (exBargas), Víctor Sánchez Acosta (exRíos Ribera Navarra), Carlos (exTalavera) o Sergio Mullor (exMarfil). Técnicos de calidad contrastada que están esperando una llamada o una oferta mínimamente aceptable.

El único equipo que está animando la liga es Ríos Renovables de Navarra. Tudela está confeccionando un ambicioso proyecto en plena crisis económica y dibuja un equipo precioso con Nano Modrego, Rubi, Palmas y Pato, en el banquillo. El resto está siendo bastante predecible.

El fútbol sala está en un momento delicado, pero al igual que otros deportes. La proyección que ha tenido en los últimos años se ha visto frenada por la crisis y hay muchos jugadores y entrenadores que corren el riesgo de quedarse en el paro. Uno de los casos más surrealista es el de Cidao y Saúl Olmo. Ambos ya se había comprometido con el nuevo proyecto de Granada en Primera División y han visto cómo se ha derritido su acuerdo con la renuncia del patrocinador, Oxipharma. Saúl lo tiene prácticamente hecho para jugar en Italia mientras que Cidao, bajando pretensiones, no tendrá dificultad para encontrar equipo.

El superávit de jugadores y técnicos es otra consecuencia de esta crisis. Con la reducción de clubes de Primera y a la espera de la posibilidad que en Segunda pueda pasar lo mismo, se ha creado una gran bolsa de profesionales en el mercado que, a día de hoy, estan fuera de la élite. Es una pena que esto suceda, sobretodo para todos aquellos que han luchado tanto para llegar y ahora se les rompa el sueño. Una pérdida irreparable que no debería impedir que el fútbol sala pueda seguir creciendo.

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