Dani Salgado vuelve a casa. Santa Coloma de Gramenet acoge a uno de sus
hijos pródigos para enderezar el vuelo de un club que ha jugado
demasiado en fuego en las últimas temporadas con el fantasma del
descenso. El carisma de Salgado tiene que ser el punto de inflexión para
levantar el ánimo de una afición decaída y que espera recuperar su mejor versión.
A Dani no le asustan los retos. No luchará por ganar la liga, pero sí
que tiene que ser el líder de un Marfil que debe pisar, otra vez, territorio de playoff por el título. Vuelve Salgado y la ilusión en el
Jacint Verdaguer.
Nadie cuestiona que Santa Coloma es la ciudad
por excelencia del fútbol sala en Catalunya. Incluso, es una de las
plazas de España -con el permiso de Segovia- donde se trabaja
mejor la base. Y Dani Salgado es un producto hecho en Santa Coloma. Un
jugador especial que contiene todos los ingredientes que llevan el ADN colomense: sangre, pasión, astucia y genialidad. Niños criados por las
calles de una ciudad integradora. De allí aparecieron los Ñeco, Javi
Rodríguez, Jordi Sánchez o Óscar Redondo, pero la lista es larga. Muy
larga.
Pero que nadie se engañe a Santa Coloma. No se
puede reivindicar a los cuatro vientos la apuesta por la cantera cuando
el peso del equipo se ha hecho con jugadores fichados de otros clubes que
no han rendido al nivel que se esperaba. Marcos Vara, Geison, Rafa
López o Hugo Sánchez (pretendido, ahora, por Burela) son cuatro
ejemplos claros. O de Sergio Mullor, quién no va cuajó dentro del
vestuario y se le perdió la confianza en una segunda vuelta para
olvidar. Ellos representan un toque de atención a la gestión deportiva
de Marfil con quién ahora ha apostado fuerte por un jugador de los que
no fallan nunca. Un seguro de vida: Dani Salgado.
Es cierto que hay que agradecer a Vicente Garcia que siga retroalimentando su pasión
por el fútbol sala año tras año. Es de aquellos a quién algún día el Ayuntamiento de
Santa Coloma debería plantearse la posibilidad de hacerle, como
mínimo, un homenaje o dedicarle una calle. Su ilusión y, no nos engañemos, su dinero se traducen en aportar unos valores a la ciudad y a
situarla en el mapa a nivel deportivo. Pero para no perder a Garcia
hay que acertar en la política de fichajes. Y ésta es una tarea que
recae en la gestión deportiva.
Marfil Santa Coloma
quiere empezar de cero con Dani Salgado y olvidar, sobretodo, el
calvario y las desazones de los últimos años. Ojalá el 'pitbull'
muerda más que nunca y transmita aquello que aprendió cuando él era un
cachorro, de Óscar Redondo. Quién lo iba que decir. El discípulo
sustituye al maestro. Pero el discípulo se ha hecho mayor. Vuelve a
Santa Coloma con dos hijos bajo el brazo para iniciar una etapa personal y profesional donde el
reto será su liderazgo.
En Murcia sólo le han faltado los
títulos. Lo ha impedido encontrarse ante el mejor Barça de la historia.
Pero ha dejado sello en la Región. Ha hecho una gran temporada y una final para
sacarse el sombrero. Pero nada de nuevo. Así es Dani Salgado. Un fenómeno. De aquellos capaces de levantarte del asiento. Martorell,
Benicarló y Murcia. Pero nada como casa. El orgullo colomense está
cotizando al alza con Salgado.
El lema 'Juntos con ilusión'
tiene fuerza. Y tiene una segunda lectura. La ilusión que despierta la
llegada de Dani Salgado es enorme. Sí, pero en el proyecto de Marfil hay
de remar todo el mundo. Del primero al último. Salgado es uno. Y el lema
dice 'Juntos', que quiere decir todos. Dentro y fuera de la pista. Ojalá el Jacint Verdaguer recupere su mejor versión y vuelva a
ser una pista inexpugnable. Una plaza donde se tiene que sudar de lo
lindo para ganar. Un lugar diferente al resto. Propio del ADN de Santa Coloma. Al estilo García.
Con Dani Salgado la fiesta está asegurada. Pues que empiece ya!
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